martes, 4 de septiembre de 2018

Chairo siéntete orgulloso 


Jonathan Alvizua
@NathanAlvizua

No sólo fue el día de ayer... Confieso que he sido consternado e impactado por los diversos hechos que han ocurrido en las diversas instalaciones de la UNAM, y los llamo hechos y no fenómenos porque según la definición, la primera es algo constante que mantiene un largo periodo en el espacio geográfico mientras que la segunda ocurre en raras ocasiones; en los últimos años los conflictos que atentan contra la integridad del estudiante han llenado de miedo a la comunidad universitaria.

En qué momento, en qué estatuto de la Legislación Universitaria se dice que el académico debe vivir, estudiar y asistir a sus planteles con miedo. Cuándo fue que los salones de las facultades se convirtieron en espacios para el desarrollo del narcomenudeo, en qué día se tuvieron que recortar los horarios de los turnos vespertinos para cuidar la integridad de los estudiantes y en qué momento una directora mal administró un Colegio de Ciencias y Humanidades.

 No me causa conflicto que un plantel de la UNAM pare actividades y decida cambiar de un director a otro, por choque de diversas ideas. Sin embargo, sí me impacta que estudiantes pacíficos no puedan pararse frente a la Torre de Rectoría a exigir lo que consideran necesario porque son interceptados, atacados y apuñalados por grupos porriles.

La seguridad en nuestra bella zona metropolitana se ha visto pisoteada, la impunidad ha salido a sentarse en la silla grande para quedarse y en un recuento hasta el día de hoy, esta situación ha alcanzado las puertas de la Máxima Casa de Estudios.

Según los estudiantes, Ciudad Universitaria se ha convertido en un espacio inestable, rodeado de violencia, robos y riñas donde las autoridades responsables lo único que hacen es “Condenar enérgicamente los hechos” así lo refieren memes y burlas en redes sociales hacia ese sentimiento sobre el actuar de las autoridades.

Hoy martes 4 de septiembre varias son las asambleas que se han convocado para tomar cartas en el asunto, el caso CCH Azcapotzalco ha evolucionado a un represión y agresión. Diversos medios y mensajes de alumnos sostienen que la participación de las autoridades fue ineficiente, por lo cual surge la pregunta ¿En verdad nos están cuidando?, ¿hay control de la seguridad por parte de Auxilio UNAM, la división de seguridad coordinada por Teófilo Licona?

Soy estudiante de la UNAM y hoy no me siento orgulloso, este día planteo que la institución no merece a sus docentes, no es grata de sus investigaciones y no debería abrir sus puertas a nuevas mentes si lo único que van a escuchar será gritos y llantos.

La justicia debe alcanzar a esos delincuentes que se pusieron ‘yercos’, esas playeras que ‘les quedan grandes’, para atacar a compañeros de su misma institución, es imperativo sacarlos a patadas del territorio universitario y es necesario que se resguarde a sus estudiantes, esos que en futuro serán el orgullo de críticos y pensadores.

Y a ti estudiante, deberías manifestarte, no hacer como si nada pasara y quedarte en tus aulas, todo lo contrario, expresar el descontento que generan los hechos descritos pues mañana podrías ser tú el que sea secuestrado y asesinado de regreso a tu hogar. Te llamarán huevón y mugroso, pero es mejor ser lo primero que convertirse en una persona sin empatía, has valer tus derechos, pelea por los ajenos y si te llaman chairo, ¡siéntete orgulloso!